Máscaras mexicanas. Simbolismos velados.

Este #LunesDeLibro continuamos adentrándonos en el interesante y amplio mundo de las máscaras a través de otro catálogo, donde podremos ver buenos ejemplos de las máscaras que se usan en las Danzas de Moros y Cristianos, entre otras.

Como ya lo mencionamos, este texto es el catálogo de la exposición del mismo nombre, que se presentó del 25 de agosto de 2015 al 26 de abril de 2016, en la galería de Palacio Nacional en la Ciudad de México. Originalmente la muestra estaba programa hasta diciembre de 2015, pero la gran afluencia de visitantes permitió que se extendiera unos meses más. Posteriormente se presentó del 29 de junio al 30 de octubre de 2016 en el Museo Regional de Antropología de Yucatán, conocido también como Palacio Cantón, en la ciudad de Mérida. Hubo importantes diferencias entre ambas muestras, ya que en la ciudad de México se contó con la exhibición de 450 piezas, provenientes de 40 colecciones nacionales, mientras que en la exposición en Mérida se presentaron 157 piezas1.

El catálogo fue editado en 2015, preparado para la exhibición de la Ciudad de México, curada por Sofía Martínez del Campo Lanz, que además escribe uno de los ensayos incluidos en el catálogo, además de los presentados por otros autores como Eduardo Matos Moctezuma, Silvia Seligson, Miguen Ángel Rubio Jiménez, René Bustamente y Gabriela Jáuregui. La obra tuvo una sola edición, editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, con apoyo de la Presidencia de la República, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la Secretaría de Educación Pública y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, aunque no se tiene información del tiraje. Es una obra de muy fácil consulta: se encuentra en varias bibliotecas; para compra el precio ronda los $600 MXN; y se encuentra disponible para descarga gratuita en la mediateca digital del INAH (puedes descargarlo dando clic AQUÍ)

La semana pasada comenzamos a revisar los textos sobre máscaras con el catálogo de la exposición La tierra y el paraíso. Máscaras mexicanas, que se presentó en Bélgica en 1993, mostrando 400 piezas de las colecciones de Rafael Coronel. Sin hacer una comparación directa, consideremos la gran riqueza y diversidad que presentó en Máscaras mexicanas. Simbolismos velados, no tanto por el número de objetos en exhibición, sino por el origen de las mismas: 40 colecciones diferentes; esto aunado al número de articulistas que colaboran en la redacción del catálogo, crea una pluralidad de ideas y visiones que crean una mirada fresca a la investigación sobre las máscaras en México y que conviven a través de la curación de la exposición. Insisto en que no se trata de una comparación directa, cada exposición nos habla de su tiempo, de los recursos y de sus objetivos; en conjunto, ambos catálogos nos ayudan a entender el fenómeno de las máscaras mexicanas.

La primera parte del libro corresponde a los valiosos ensayos de los autores que hemos señalado. El texto de Miguel Ángel Rubio Martínez, «Rostros de la diversidad», es el que aborda, de forma breve, las Danzas de Moros y Cristianos, señalando la convivencia de personajes que representan a los paladines de cada bando, así como de diferentes tipos de «Mahomas», todo como resultado de la apropiación y transformación de las danzas por parte de las comunidades de México.

La segunda parte del texto es el catálogo de la exposición, dividida en 5 temas, con fotografías a color de cada una de las piezas, señalando la información técnica de cada una (# de pieza, nombre, uso, procedencia, materiales y técnica de elaboración, dimensiones y colección), además de un breve texto que contextualiza la pieza. Al ser una exposición sobre las máscaras en general, las piezas son muy diversas: piezas prehispánicas, máscaras mexicanas, máscaras del mundo y piezas de arte contemporáneo que tienen por tema las máscaras. Cada sección temática de la exposición inicia con un breve texto que da inicio a la misma.

La sección que nos resulta de mayor interés para nuestro espacio es el cuarto; La máscara, el rito y la fiesta, que comienza con una cita de Ruth D. Lechuga, una de las grandes investigadores de las artes populares y de las máscaras en nuestro país. En esta sección se incluyen las máscaras y algunos trajes de las danzas y bailes populares; sobre Moros y Cristianos se presentan 23 piezas y algunas más de Tastoanes. También se incluye una ilustración muy interesante de Olga Costa, titulada «Guerrero a Caballo», en la sección 5, «El arte y la máscara».

Es un libro muy recomendable, sobre todo a partir de su amplia disponibilidad, sin dejar de mencionar las piezas que se exhiben y los textos que las acompañan. Si bien no me parece que sea uno de los primeros que recomendaría para abordar el tema de Moros y Cristianos, ya que en realidad tratan muy poco el tema, es bueno para admirar las máscaras relacionadas con el tema y que provienen de diferentes colecciones, siendo este el punto de partida para conocerlas.

Notas:

  1. De acuerdo con la información publicada en mediateca del INAH, fueron 157 piezas, sin embargo hubo un medio (México es cultura) que informó que se presentaron 450 piezas. Es probable que se hayan referido a la muestra de Ciudad de México.

Sobre la curadora

Sofía Martínez del Campo Lanz, licenciada en restauración de bienes muebles por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (1989). Ha desempeñado diferentes cargos dentro del Instituto Nacional de Antropología e Historia, restauradora de piezas arqueológicas, Coordinadora del Proyecto de Conservación Máscaras Funerarias y Presidente del Consejo de Conservación-Restauración de Monumentos Muebles e Inmuebles por Destino. Actualmente es investigadora en la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones. Es autora de Rostros de la divinidad: los mosaicos mayas de piedra verde (2010), y coordinadora de Códice maya de México antes Grolier (2018) y La máscara de Malinaltepec (2010).

Bibliografía

MARTÍNEZ DEL CAMPO, Sofía. Máscaras mexicanas. Simbolismos velados, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 2015, pp. 339.

Información de la biografía:

Referencias:

Foto de la Semana: Danza de los Santiagos

En esta #FotoDeLaSemana, presentamos una nueva imagen proveniente del Centro de Información y Documentación «Alberto Beltrán», de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas.

La fotografía forma parte del registro de la «Danza de los Santiagos», de Cuetzalan, Puebla. En ella podemos apreciar a un danzante representando a Santiago, los rasgos distintivos son muy claros: la máscara de cintura con forma de caballo, que por sí mismo bastaría para identificarlo, pero también está el sombrero y su decorado en forma de resplandor que, para algunos investigadores, representaría al sol. Tampoco debemos dejar de mencionar que el danzante en cuestión no utiliza máscara, que también es una de las características de Santiago(ACTUALIZACIÓN: El personaje de Santiago en esta danza no utiliza máscara.). Finalmente, el color rojo del traje y las cintas de colores a la altura de la rodilla termina por señalarnos que la danza proviene de la zona de la Sierra de Puebla. En la mano izquierda sostiene una espada, con un pañuelo enredado entre la mano y la empuñadura, mientras con la mano derecha sostiene las riendas de su caballo; en algunas comunidades, con esa mano sostiene también una pequeña cruz. Respecto a las manos, vale la pena señalar algo importante: la imagen proviene de una diapositiva, por lo que no podemos descartar que la estemos viendo «en espejo», ya que en la mayoría de las imágenes que hemos consultado, la mano derecha es la que blande la espada; otra explicación probable sería que el danzante fuera zurdo y se haya acomodado de esa forma; finalmente, no podemos descartar que el acomodo también forme parte de la tradición.

Detrás de Santiago podemos apreciar a otro personaje. Si se observa con cuidado alcanzamos a identificar un par de elementos: un sombrero de color negro y una máscara que parece ser de color azul1. Sin duda se trata de Pilatos, que en esta danza representan a los Moros. ¿Como podemos saberlo? Principalmente por la máscara. Para la región de la Sierra de Puebla, los Santiagueros (es decir, el bando cristiano) usan una máscara de color rojo con detalles en dorado, mientras que los Pilatos la usan de color claro, con rasgos en color negro, como la barba2. Otro detalle que no debe ser pasado por alto, es que los Santiagueros, además de lo que ya mencionamos, es que llevan en la cintura una cinta con cascabeles, detalle que aquí falta, además de los adornos de fleco y listones a la altura de la rodillas.

Ambos danzantes calzan huaraches. Actualmente se utilizan zapatos o botines, aunque en algunas comunidades se continúan utilizando los huaraches como parte del atuendo de la danza.

Las mascadas que se observan cruzando el pecho en ambos personajes parecen ser un elemento interesante, ya que no se observa en el atuendo de otras danzas de la región. Es probable que se trate de un elemento particular y que a partir de el podamos identificar de qué comunidad proviene la danza, ya que la danza de Cuetzalan del Progreso no las usa actualmente. Siguiendo esta suposición, podría tratarse de una danza de la comunidad de San Andrés Tzicuilan, en el municipio de Cuetzalan. Sin embargo, existe una fotografía de Ruth D. Lechuga, de este municipio, donde el personaje de Santiago no utiliza estas mascadas; también es probable que la danza sí sea de Cuetzalan del Progreso, pero que el atuendo haya cambiado.

La fotografía pertenece al Fondo Nacional para la Danza Popular Mexicana (FONADAN), fue tomada durante la década de 1970, pero no se tiene el año exacto. La imagen pudo ser tomada en los alrededores del Museo de Antropología, donde se llevaban a cabo encuentros de danza auspiciados por el Fondo.

Como siempre, agradecemos el invaluable apoyo de Cristina Alvarado, encargada de la fototeca del Centro de Documentación y de Dulce Olivia Reynoso, Jefa del Centro de Información y Documentación «Alberto Beltrán».

42-15-08. FONDO NACIONAL PARA LA DANZA POPULAR MEXICANA. Santiagos. 197?, Cuetzalan, Puebla. © FONADAN, CID “Alberto Beltrán”, 2019. Todos los derechos reservados. Utilizada con autorización. Prohibida su reproducción.

Notas:

  1. El catálogo de la exposición Máscaras mexicanas. Simbolismos velados, aparece una máscara de moro en color azul, donde se señala que a pesar del color, se mantienen los elementos característicos: cabello, barba y bigote, así como la coloración en las mejillas. En la imagen que presentamos, se pueden observar las mejillas. MARTÍNEZ DEL CAMPO, Sofía. Máscaras mexicanas. Simbolismos velados, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 2015, p. 229.
  2. LECHUGA, Ruth D., Máscaras tradicionales de México, Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, México, 1991. p. 58.

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